Hola!
En mi caso he escogido un mapa del pueblo al que me mudé recientemente. La ruta es relativamente sencilla ya que no es muy larga, desde el punto A al punto B se tardan aproximadamente 5 minutos y hay referencias ambientales que implican que no tenga pérdida. Me ha resultado interesante darme cuenta de que nos guiamos en base a puntos de referencia que nos sirven para hacer un mapa mental del espacio total.
Para guiar a mi compañero, me di cuenta de que esos puntos son las señales o indicaciones que determinan si el camino es correcto. En este caso eran un puente (cruzar o caminar al lado de un río también es un elemento clave para la orientación), la plaza del ayuntamiento y el quiosco del pueblo. Son ubicaciones muy visibles y de gran referencia. Creo que la dificultad está precisamente en lugares con pocos elementos distintivos (una ruta de senderismo con paisaje homogéneo y sin señalizar , por ejemplo), pero en los espacios en los que hay elementos formales que sirven como referencia, ¡realmente actúan como señales!
Se me ocurre una situación que tiene que ver con esto, y es cuando voy a hacer surf. En el agua no hay señales más allá de las boyas que marcan la entrada/salida de lanchas, pero es una necesidad básica para la seguridad saber en qué punto estás en todo momento. Cuando entras en el agua, aunque estés en la orilla, es importantísimo fijar un punto de referencia en tierra y así saber si la corriente te mueve de donde estás o no. Lo que hacen los surfistas es tomar como «señales» elementos del espacio (un chiringuito, un acceso a la playa…) pero en muchas playas si son vírgenes, estas señales apenas son una roca, una duna o similar.